Cruz Benaque Héctor
Un invierno interminable de noches que duran meses. Sabinas y carrascas
circundando el paisaje. Necrófagos con dientes de bruma aguardando el
momento para entrar en la casa y devorar el pasado. Suena el carillón
magnífico de un viejo reloj de cuco.
Dos, tres, cinco... una docena de
pardas palomas pasan sobre una carrasca y se posan en los alares como
gárgolas de hielo, contemplan con sus ojos de escarcha el amor, el
incesto, la violencia, la ambición y la muerte. La niebla es densa,
fría, interminable. En mitad de la nada dos primos se reúnen de nuevo
como última voluntad del abuelo recién muerto, un anarquista que
abandonó sus ideales y se transformó en aquello que siempre había
odiado.
Un hombre, una mujer, una obsesión que no conoce límites. Pasillos
desconchados, un desván en la penumbra, un deseo contenido... dos seres
que, en la búsqueda de la verdad sobre su abuelo, abrirán viejas
pasiones, rencores y mentiras que dormían ocultas bajo el brillo de un
apellido ilustre.
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