Simak Clifford D
Milville sería una pequeña ciudad adormecida, una ciudad como tantas
otras si no fuera por una peculiaridad: había en torno a ella algo
impalpable, una frontera, que podía ser atravesada por todo. Menos por
la vida.
Uno de los habitantes de tan singular ciudad era Brad, individuo más
o menos fracasado, propietario de un invernadero. En algún momento
comienzan a aparecer en éste misteriosas flores moradas. Flores que son
las claves que permiten pasar a un universo paralelo, en el que existen
inteligencias no humanas. Casi sin proponérselo, Brad se convierte en su
interlocutor…
TODA LA CARNE ES HIERBA es una hermosa fábula filosófica, una
reflexión sobre cómo el desconocimiento de los mejor de los sentimientos
incapacita a los seres para conseguir la armonía.
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