Cunningham, Elaine
La explosión fue repentina, silenciosa, y completamente devastadora. No
hubo fragor ni vibración que hiciera temblar por empatía las torres de
cristal de la ciudad, ni siquiera tembló el mosaico de piedras
semipreciosas que pisaban los guerreros.
Pero no hubo ni un solo elfo en
la sala, ni en Siempre Unidos, que no lo notara ni dejara de comprender
lo que significaba: los Círculos habían sido destruidos. La magia
singular de Siempre Unidos se había desvanecido.
De la mano de un bardo,
seguimos paso a paso la historia de uno de los refugios más importantes
de los elfos en los Reinos Olvidados: la isla de Siempre Unidos.
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