Paglilla, Daniel
Si me lo permiten, voy a narrarles un cuento que, como ya les dije,
tiene amor y amistad, camaradería, sacrificio y honor y está también la
mejor batalla de todos los tiempos` Así comienza Marón el apasionante
relato épico de sus antepasados. Son las noches previas a la legendaria
batalla de las Termópilas. En la rueda de cuentos que se dicen al calor
de la lumbre, el recio soldado espartano toma la palabra para contar una
historia que ocurriera en Thyrea, al sur de Argos, unos sesenta años
atrás. Mientras va trasegando el odre de vino, recita una historia casi
olvidada, ya que fueron pocos los que quedaron vivos para transmitirla.
Con el lenguaje directo y recio de un guerrero, narra la vida del
hoplita Otríades, desde la muerte de su padre Lykaios, el Lobo, en la
batalla de Tegea hasta el brutal encuentro de Esparta contra Argos en el
valle de Thyrea.
El relato despliega el proceso de un
Otríades adolescente que va transformándose en hombre, acrisolado su
espíritu por el rigor de la cultura y el ejército espartano. Es también
la historia de la amistad de cuatro hombres que confían ciegamente en
aquél que marcha a su izquierda. También nos hace testigos de los Juegos
Olímpicos, donde los mejores de cada pueblo se juegan por sus banderas
hasta la sangre. Habla del amor y la pasión que una mujer puede
despertar en las entrañas y el corazón del soldado más aguerrido.
Y nos cuenta del conflicto interno de Otríades, debatiéndose entre su
amada Esparta, el honor y la guerra por un lado y el infinito amor por
su mujer y sus hijos, por el otro. Es una historia sesgada por todas las
pasiones humanas, violencia y sexo, amistad y muerte, intrigas
políticas y corrupción, el coraje de las mujeres y la sabiduría de los
ancianos. Un relato sobre hombres que casi fueron dioses, con sus rojas
capas espartanas desplegándose en el horizonte de la historia griega.
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