Leinster, Murray
Esta es la historia de lo que le ocurrió a Tony Gregg una vez hubo aprendido la
cuarta dimensión - o quizá era la quinta o la sexta - en un restaurante shishkebab del
barrio sirio del bajo East Broadway, Nueva York.
No fue originalmente al restaurante con el fin de enterarse de lo de la cuarta
dimensión. Su primera visita fue simplemente en busca de un shishkebab, que es un
maravilloso plato de trozos de cordero clavados en unos pinchos y asados, con una
inverosímil salsa que contiene hojas de parra. Fue de una manera puramente
accidental que se le ocurrió preguntarle al dueño del restaurante por una moneda
que llevaba - él, Tony - como talismán.
Tony la había comprado como amuleto en una de aquellas diminutas tiendecillas de
las calles apartadas de Nueva York en cuyos escaparates se exhiben mezcladas
joyas antiguas y piezas de ajedrez de marfil.
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