Carey, M R
Cada mañana, Melanie espera en su celda a que vayan a buscarla para
llevarla a clase. Cuando la puerta se abre, el sargento le apunta con su
pistola mientras dos de sus hombres la atan a la silla de ruedas.
Ella
cree que no les gusta. Bromea diciendo que no les morderá, pero ellos no
se ríen. Melanie es una niña muy especial…
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