Montalvo, Lola
Hispania, año 39 a.C. En Gades Urso, el esclavo de un tribuno de
caballería de la Legión XXX, pasea por el puerto de la ciudad. Por
casualidad se topa con una recua de esclavos que están siendo preparados
para embarcar. En una jaula Urso descubre a una esclava moribunda.
Convence a duras penas a su amo el tribuno, Marco Galerio Celer, para
que la compre. Galerio consiente y regresan a Hispalis y a su casa. La
mujer recupera poco a poco la salud, pero no recuerda quién es, ni de
donde procede, no conoce apenas la lengua que hablan en la casa. Tras un
accidente fortuito se descubre que la esclava presenta unas dotes
increíbles para curar enfermedades y tratar heridas.
Su fama
como sanadora no tarda en ser conocida en la ciudad. De forma paralela, a
Hispania acaba de arribar el flamante Gobernador Cneo Domicio Calvino,
que enviado por Octaviano viene a ocuparse de la provincia. El cuestor
de la provincia, Marcelo, reniega de este nombramiento, por lo que teje
una enrevesada madeja de conspiraciones y espionaje, dirigida a acabar
con el gobernador para hacerse con su puesto La esclava, por su parte,
poco a poco va recuperando la memoria aunque su identidad aún permanece
borrosa. Su certeza de que se trata de una mujer libre le impulsa a
enfrentarse a su propio amo, Galerio, que irritado por su descaro y
desobediencia, la castiga y reprende con frecuencia cuando ella decide
ayudar a otros esclavos en sus enfermedades.
Sin contar a los
otros dos esclavos de la casa, todos parecen estar contra ella excepto
Cayo Ulpio, amigo personal de Marco Galerio y tribuno de infantería de
la misma legión que él. La testaruda desobediencia de la esclava hace
que sea castigada con su adscripción a la valetudinaria de la XXX legión
dada su excepcional capacidad para curar y sanar, con lo que debe salir
en campaña con las tropas cuando éstas parten hacia Gades para hacer
frente al ataque del rey mauritano.
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