Ramírez Lorenzo Rubén
Madrid, año 2050. La humanidad aumenta su esperanza de vida con multitud
de implantes artificiales, la calidad de vida es muy alta y el índice
de crímenes está bajo mínimos. Todo parece tranquilo en la modesta
comisaría de Independencia, hasta que tiene lugar lo que parece el
crimen perfecto: el asesino solo ha tenido que apretar un botón.
¿Cómo detener a alguien que mata a distancia? ¿Qué relación pueden tener
las víctimas, un joven de clase media y un millonario jubilado? Sí, los
dos llevaban un implante que fue saboteado, pero gran parte de la
población está en la misma situación, incluido Carlos, el veterano
policía que bebe descafeinado por culpa de su robot coronario.
El
tiempo se agota y el comisario no para de sudar y maldecir su mala
suerte: con un agente novato, otro alcohólico y el último viejo,
tecnófobo y obsesionado con un antiguo enemigo, el caso tiene pocos
visos de resolverse. ¿Podrán dar con el asesino antes de que sea
demasiado tarde?
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